PILAR PORTOCARRERO
El año se termina y va dejando experiencias nuevas, buenos y malos recuerdos. Rencores que seguimos arrastrando y que a veces no podemos dejar en ese capítulo que quisiéramos olvidar.
Pero siempre hay una esperanza de cambiar las cosas que no nos gustan y que nos hacen daño, y eso es lo que trae el nuevo año. Deseos, ilusiones y la promesa de una vida nueva, aunque la palabra exacta debería ser: una vida diferente.
Somos el producto de nuestro pasado, errores, aciertos, alegrías y los sueños que nos atrevimos a poner en marcha, los que pudieron llegar a concretarse, los que están a medio camino, o los que nos han dejado aprendizajes con cada tropezón que nos dimos, ya que no hay fracasos, porque con cada error y mala decisión aprendemos una lección que no deberíamos dejar pasar.
Este año se termina y junto con las cábalas que muchos se esmeran en llevar a cabo, también deberíamos hacernos el firme propósito de ponernos metas pequeñas que nos ayuden a superar, ya sea nuestros defectos o debilidades, y a alcanzar aquellas cosas que tanto anhelamos.
Gracias por estar ahí, y permitirme llegar a ustedes a través de este espacio.
Les deseo un mejor año con amor en sus corazones, ilusión por vivir cada día, y la felicidad que debemos aprender a disfrutar cada segundo, porque es esa chispa que de repente aparece en el momento menos pensado.
Gracias desde el fondo de mi corazón
¡Feliz, 2017!
Pilar
“Soñar es solo el principio”
