Fuera de control están los robos en el municipio de Guadalajara, particularmente en las colonias Colinas de la Normal, Miraflores y Jardines Alcalde.
El descaro de los delincuentes y la deficiente actuación de la policía se han combinado no solo para que los robos cada vez sean más frecuentes en esta zona, sino que ahora se atreven a delinquir hasta a plena luz del día, como sucedió el pasado miércoles 23 de este mes de Noviembre, cuando entre las 15:00 y las 16:00 horas, los amantes de lo ajeno forzaron la puerta de uno de los departamentos del edificio ubicado en la calle Aurelio González marcado con el número 1996, para saquear varias computadoras y algunos aparatos eléctricos.
Antes de este hurto, ya habían ocurrido múltiples hechos que intranquilizan a los vecinos de estas colonias y mantienen alarmados tanto a los que ya fueron víctimas, como a sus familias, lo más desesperante es que los asaltos y robos a establecimientos comerciales, a casas, a transeúntes y a algunos automovilistas se han vuelto cotidianos.
Una significativa cantidad de casos demuestran que el trabajo de inteligencia y la efectividad de la vigilancia preventiva en esta área son casi casi nulos, pues la ola de robos y asaltos, tiene aproximadamente dos años, pero en los últimos meses están sucediendo con una mayor frecuencia y no se percibe que las corporaciones policiales logren suprimirlos u por lo menos contenerlos, por el contrario pareciera que están fuera de control.
Es inaceptable, que mientras la mayoría de ciudadanos trabajan honesta y esforzadamente para adquirir un patrimonio, los hampones se dediquen a arrebatar los bienes de quienes se esforzaron por mucho tiempo para reunirlos, lo más grave es que varios de estos hurtos se han realizado con lujo de violencia y por lo visto lo hacen sin ninguna consecuencia.
Las autoridades no están cumpliendo con la obligación de proporcionar la seguridad pública a la que tienen derecho los ciudadanos, porque no están garantizando la vida, la integridad física y el patrimonio de las familias que residen en este municipio, a los ofendidos de estos delitos solo los acompaña una enorme molestia, frustración e impotencia.
La esperanza de justicia se les está desvaneciendo, porque no se captura y se castiga a los responsables de estos ilícitos, tampoco recuperan lo robado, lo único que tienen asegurado es el desamparo, la zozobra y una angustia permanentes.
Es vital que las autoridades escuchen y atiendan a los ciudadanos, la seguridad de las personas y de sus pertenencias debe ser prioritaria, se habla mucho pero se hace poco al respecto, es inminente que se les demuestre a los habitantes de la zona metropolitana que sus necesidades si son la prioridad del gobierno.
Los delitos patrimoniales son los que más se repiten, por lo tanto deberían de combatirse con mayor energía y efectividad, no solo en estas colonias, sino en el municipio completo de Guadalajara, en la región del Estado de Jalisco y en todo nuestro país.
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