Hasta hoy no tienen nada en común El Brexit, el NO colombiano al acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC y Donald Trump. Pero no es descabellado pensar que a partir del 8 de noviembre de 2016 Donald Trump se convierta en la tercera sorpresa mundial del 2016 y entonces si serían una coincidencia.
La primera y segunda sorpresa las constituyen sin duda El Brexit y el NO colombiano; pues en ambos casos quienes desde el gobierno impulsaron los plebiscitos de la Gran Bretaña y de Colombia, lo hicieron pensando y sobre todo calculando que su propuesta ganaría y con ello lograrían afianzarse en el poder. Pero no fue así, tanto el entonces primer ministro británico David Cameron como el actual presidente de Colombia Juan Manuel Santos (a la postre premio Nobel de la Paz 2016), nunca se imaginaron perder los plebiscitos que ellos mismos impulsaron. De haberse imaginado el resultado adverso ni siquiera lo hubieran intentado.
A David Cameron le costó el cargo de primer ministro y hace poco más de un mes su escaño en el Parlamento británico y aunque a Juan Manuel Santos a la postre le hayan otorgado el premio Nobel de la Paz 2016, ese premio no lo ha sacado aún del callejón obscuro en el que se metió su gobierno luego del NO al acuerdo de paz.
En los Estados Unidos de Norteamérica (EUN) las encuestas marcan que Hillary Clinton, exsenadora y ex secretaria de Estado, derrotará al polémico Trump.
Pero ojo …. no hay que olvidar la historia, ni confundir las encuestas con la realidad; porque nos podemos llevar otra gran sorpresa.
Aunque la victoria de Hillary Clinton es lo más probable, a pesar de ello no existe ninguna certeza de su triunfo y por supuesto que Donald Trump puede ganar (nos guste o no). Si Trump no tuviera posibilidades ni siquiera hubiera ganado la contienda interna de su Partido Republicano, un partido que históricamente ha demostrado que a pesar de un mal candidato (como George W. Bush en 2001), si puede ganar la presidencia.
Aunque razonablemente se pueden esperar ciertos resultados, por lo pronto no hay que dar nada por hecho y esperar el resultado de la única encuesta que vale: las elecciones del 8 de noviembre. Todo lo demás son solo especulaciones, pues si ya estuviera definida la elección ni siquiera se celebraría.
la única certeza que si podemos tener es que el 96 % de la población del mundo que no vota en las elecciones de Estados Unidos sentiremos los efectos de la elección venidera en el todavía país más poderoso e influyente del mundo y más aún se sentirán los efectos en nuestro país ligado económica, política, geográfica e históricamente a los EUN.
