PILAR PORTOCARRERO
Es increíble como en estos tiempos donde hemos aprendido a vivir a un “click” de distancia de muchos países, conocimientos y culturas, aún sigamos anclados en moralismos absurdos que desde mi punto de vista no son más que hipocresías, poses y caretas de quienes no se atreven a exponer sus emociones, pensamientos y lo que realmente desean.
Para muchos hombres en esta parte del mundo, el papel de la mujer es limitado, no han tenido más opción que aceptar que podemos llevar el control de empresas, ministerios, gobernar un país, pero cuidado si una mujer se atreve a hablar sin tapujos sobre sus deseos su sexualidad o toque abiertamente un tema que a muchos incomoda.
Estaba muy bien cuando decía que era escritora de novelas románticas, pero está mal que ahora agregue “…y también de novelas eróticas”
A raíz del lanzamiento de “Habitación 405” me he dedicado a tener paciencia para no mandar al diablo a muchos que desde sus poses de adivinos han pronosticado mi futuro amoroso.
“Nadie te va a tomar en serio”
“Quién va a querer presentarte a su familia si saben que escribes erotismo”
“¿Te has dado cuenta lo que has hecho?”
Me he dado cuenta que ahora soy más libre y que por fin me he liberado de los pocos prejuicios que me colgaban del cuello.
¿Qué nadie me va a tomar en serio?, en esta etapa de mi vida lo último que quiero es un fantoche con pinta de macho preocupado por el qué dirán. Ya me cansé de las mentiras y que midan mi moralidad o mi valía como mujer de acuerdo a cánones establecidos por una sociedad que esconde mucho debajo de una alfombra.
Ahora soy una mujer honesta conmigo misma y que por primera vez siente que pisa fuerte. A veces me deprimo por situaciones que aún no puedo liberar, pero cada vez que me seco las lágrimas me doy cuenta que soy más fuerte.
No me preocupa mi futuro amoroso, pero tampoco voy a negar que me gustaría encontrar a alguien que ame mi esencia y lo que soy. Pero el hombre que quiera conquistarme tendría que ser tan seguro de sí mismo como para dejarme en libertad. Para no temer a mis locuras, mis historias y mis fantasías.
Alguien que no quiera poner freno a mi escritura y que se regocije con cada disparate que se me acurre. Que sea mi cómplice y mi amigo, y el hombre en quien pueda confiar con los ojos cerrados.
“Habitación 405” ha terminado de pulir a la mujer que siempre escondía, y que hoy espera todo de la vida. Él éxito, la felicidad y un amor que me acompañe y que sume lindos momentos en este viaje donde he aprendido que nadie es más importante que yo, y que no puedo traer lo mejor a mi vida si lo mejor no está dentro de mí.
Pilar
“Soñar es solo el principio”
