La infidelidad siempre es un tema presente que daña y deja huella; y que es imposible pretender que nunca lo vivimos cuando has experimentado esa dolorosa experiencia.
No se puede arrancar una página porque hay emociones, momentos, expectativas que pones dentro de una relación en la que confías.
Hablaba con algunas personas que pasaron por esto y todas coincidieron que había un antes y un después de ese momento cuando enfrentaron el engaño. Antes eran confiadas y creían a ojo cerrado, y ahora, por más que lo intentaban, tenían problemas con sus nuevas parejas porque eran obsesivas queriendo revisar el celular, y comprobar que todo lo que les decían era cierto.
El engaño nos cambia la vida, y es difícil superarlo sino concentramos nuestra energía en nosotros mismos, y en pensar de manera distinta. No como víctimas y sintiéndonos miserables por lo que nos hicieron, sino enfrentando las circunstancias con coraje y decisión de resolverlo. ¿Cómo?, no permitiendo que esa experiencia cambie nuestra esencia y cómo nos seguimos relacionando con los demás. Trabajando mucho en nuestra autoestima y valorando lo que somos. Hay que saber cerrar los círculos donde el dolor y la mala experiencia pretenden dejar un tatuaje dentro de tu corazón. Los sufrimientos son parte del aprendizaje de la vida y hay que aprender a soltarlo para dar cabida a una nueva ilusión.
Hay que darse una segunda oportunidad, y recibir con ilusión a un nuevo amor. Darle su espacio, su lugar y vivir sin miedo.
Pilar
“Soñar es solo el principio”