QUE RUEDE EL BALÓN….
ARTURO RUFINO BRISEÑO LOZA
Hubo una vez hace mucho, mucho tiempo, que el equipo Manchester United hacia honor a su mote los “Red Devils” demonios rojos, bajo la tutela y dirección técnica del condecorado por la monarquía inglesa Sir Alex Ferguson, época en la cual lograron su máxima cosecha de triunfos y títulos, pero desde su partida en el año 2013 tal parece que todo terminó.
El proceso de renovación del club ha sido tormentoso y a la vez doloroso, con la llegada en primera instancia del sustituto de Sir Alex, Dave Moyes; con el cual no se obtuvieron los resultados esperados dando seguimiento a un estilo de juego que por décadas había mantenido el cuadro inglés.
Posteriormente, se opta por la llegada de Louis Vangaal al banquillo de la dirección técnica, el holandés pretende implementar un estilo de juego totalmente diferente con bases de juego abierto y descuidos defensivos, lo que provoca una serie de resultados adversos que terminan por influir para su partida.
Por último, la directiva decide realizar la inversión económica más grande de todos los tiempos para devolver la grandeza al equipo, se contrata a uno de los entrenadores más triunfadores de los últimos tiempos Joseph Mourinho, se ejecuta el traspaso de los jugadores Zlatan Ibrahimovic y el francés Paul Pogba, este último, por la ridícula cantidad de ochenta y seis millones de libras esterlinas, lo nunca antes pagado en el fútbol mundial por un jugador, además, de la incorporación de otros futbolistas de buena calidad.
Pero ni todo lo anterior, ha servido para que el club inglés deje el largo y sinuoso camino que ha tomado, sino al contrario su entrenador portugués lleno de soberbia e impotencia por los malos resultados comienza a evadir su responsabilidad culpando a los anteriores entrenadores del estilo de juego del equipo o señalando públicamente de manera individual la ineficacia de algunos de los miembros de la plantilla, así como la presión de la afición y prensa que termina por ser insoportable en cada uno de los futbolistas, todo esto deja evidenciar la realidad actual del famoso “ManU” en la Premier League y no lo antes vivido en el teatro de los sueños “Old Trafford”.
Un equipo sin un estilo de juego definido, contrataciones que no han respondido, así como el caso de Wayne Rooney jugador insignia del cuadro que no termina de estar conforme con los despilfarros y decisiones inadecuadas del club, no hacen más que provocarnos un sentimiento de melancolía y anhelo por revivir los momentos de buen juego de los Red Devils, brindándonos la triste realidad de observar cada fin de semana a unos pobres diablillos.