ANTONIO VALLADARES
Antes de que la desalojara el banco, sola, abandonada por su pareja, una mujer tomó la decisión de quitarse la vida junto con dos de sus hijos, dentro de su casa en los Agaves, en Tlajomulco de Zúñiga. Se calcula que duraron sin vida una semana, antes de que una vecina los detectara e informara a la autoridad.
Los tres fallecieron, al parecer por inhalación de gas butano. Los pequeños fueron encontrados en sus camas, ella sobre la sala.
Tenían 10 años viviendo ahí, de pronto, desde hace dos años todo se vino abajo. El varón, empleado de una plataforma de PEMEX, decidió separarse de ella, ya no volvió.
La mujer se quedó sola a enfrentar una situación precaria de dinero que poco a poco se fue agravando.
El marido no les mandó dinero, ella tuvo que mantenerlos, pero era eso o pagar la casa. El banco les requirió, en varias ocasiones, o pagan o se ejecuta la hipoteca de la finca. El plazo era el miércoles 01 de septiembre. Horas antes la mujer y sus dos hijos fueron encontrados sin vida.
Sin embargo, se calcula que se quitaron la vida desde el jueves 25 de agosto. Desde entonces ya nadie los vio, pensaban que no estaban, hasta que una vecina se asomó y vio a la mujer de unos 34 años de edad tirada a la mitad de la sala, ya su cuerpo en avanzado estado de descomposición.
Avisó a personal de Protección Civil que entró con equipo especial solo para confirmar que ella se quitó la vida al mismo tiempo que lo hizo con los pequeños, de 7 y 14 años, respectivamente, quizás cuando estaban dormidos, cada uno quedó en la cama.
También se halló la carta póstuma en la que responsabiliza al progenitor de los niños de no haberle dado dinero para su manutención y que quizá escribió antes de abrir la llave del cilindro de gas.