Hace unos días circulo en redes sociales una fotografía en la que se observaba a un empleado de La Costeña, aparentemente orinando sobre una banda que transportaba chiles jalapeños que posteriormente se seleccionarían para envasar.
En la imagen tipo selfie se observa a dos trabajadores con playeras y cofias de la compañía, el rostro nítido del trabajador que tomo la foto y a su compañero de espaldas con los pantalones y su ropa interior abajo frente a la máquina que traslada los chiles, el pervertido voltea con una cara triunfalista como si estuviera logrando una formidable hazaña.
Posteriormente la empresa emitió un comunicado fechado el viernes 22 de Julio de este año, en el que ofreció una disculpa pública y reprobó la conducta inapropiada de los dos ex empleados, afirmando que ambos trabajadores eran temporales y que su conducta no reflejaba de ninguna forma los valores de la empresa, ni su forma de operar.
En el mismo texto, prometieron reforzar la vigilancia en el desempeño diario de las funciones de todos sus empleados, con el propósito de evitar que suceda de nuevo una situación tan desagradable como la ocurrida.
Así mismo, mencionaron que la seguridad e higiene de sus productos nunca estuvo o ha estado comprometida ya que la fotografía fue tomada en una fase inicial del proceso de producción que es la etapa previa al lavado de los chiles, y que posteriormente estos vegetales pasan por un proceso de lavado, escaldado, llenado, preparación y cocción, esta última fase es un proceso de pasteurización que se lleva a cabo en la lata totalmente cerrada.
La empresa de alimentos en conservas, finaliza el comunicado manifestando su compromiso de total satisfacción y bienestar para las familias de los millones de mexicanos que consumen diariamente sus productos y ponen a disposición de todo el público un vídeo en el que se muestran los procesos con los que garantizan la calidad, seguridad e higiene de los productos que ponen en la mesa todos sus clientes.
Es una lástima que jóvenes como ellos reflejen de esta forma su falta de respeto hacia el resto de la sociedad y su desprecio por otros seres humanos, de verdad que se tiene que estar enfermo para poder efectuar acciones tan reprobables como estas, porque ofenden profundamente a los consumidores de los productos de una empresa tan exitosa como La Costeña, además del grave daño que le ocasionan a la compañía que les brindo su confianza al proporcionarles un empleo, afectan también a un grupo trabajadores honestos, dedicados y con la necesidad de proveerles de lo necesario a sus familias.
Desde este espacio hacemos un exhorto urgente para que nuestras autoridades legislen y castiguen con más rigor a los desadaptados que intenten o realicen acciones similares, porque afectan seriamente el prestigio de las empresas que generan desarrollo y bienestar a la población mexicana.
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