*La OMS defiende una buena alimentación durante el embarazo para reducir el riesgo de obesidad de los hijos a largo plazo.
*Una buena alimentación materna es el mejor comienzo para la vida.
El embarazo, sin duda alguna, es una de las mejores etapas de la vida, más aún en las mujeres gestantes, aún a pesar de pasar por condiciones y cambios fisiológicos tan variados que incluso algunos de los mismos requieren de cuidados extremos para preservar la vida tanto de la madre como del producto de su embarazo, sin embargo, dentro de las medidas que sin duda alguna resulta ser considerada de las más importantes, es la alimentación, ya que de la misma, se desprenden condiciones que no solo van a fortalecer el embarazo, sino que también les ayudaría por supuesto a prevenir enfermedades o eventos adversos en el transcurso del embarazo que atentarían contra la vida de la madre gestante y del bebé tales como Diabetes Gestacional, Obesidad, preeclampsia (Hipertensión arterial durante el embarazo) y en casos más severos eclampsia, entre otras. Por eso, muchas instituciones que son autoridad en salud y en su capítulo de salud reproductiva, recomiendan que se garantice un aporte nutricional suficiente y balanceado para que a su vez ayude a armonizar un adecuado crecimiento y desarrollo desde la etapa embrionaria hasta el parto y si nos vamos más allá, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se promulga para que ése fomento de nutrición saludable, sea con el objetivo de reducir a largo plazo el riesgo de obesidad y otras patologías no transmisibles de sus hijos.
“Una buena alimentación materna. El mejor comienzo para la vida”, según reza un nuevo informe de este organismo presentado durante un encuentro celebrado en Riga (Letonia), con el que recuerdan a todas las mujeres embarazadas que su bienestar nutricional no sólo es clave para la salud y el desarrollo fetal sino que también tiene beneficios a largo plazo.
El informe ofrece una revisión sistematizada de los datos más recientes sobre la importancia de una alimentación durante el embarazo y su relación con la obesidad y la prevención de enfermedades no transmisibles a largo plazo, que confirman que el estado nutricional de la madre –incluyendo el sobrepeso o la diabetes gestacional también puede tener un impacto intergeneracional.
La OMS recuerda que las enfermedades no transmisibles son la principal causa de muerte y discapacidad en la Región Europea y, entre otras, es necesario abordar la actual epidemia de obesidad y diabetes. Además, también hace hincapié en la necesidad de mejorar la alimentación de la mujer durante su edad reproductiva.
El informe también analiza las recomendaciones que están poniendo en marcha los países para fomentar buenos hábitos alimentarios en embarazadas y durante la etapa neonatal e infantil, y observa que hay Estados miembros que todavía no han adaptado las recomendaciones que ofrece la OMS en este sentido.
“La importancia del impacto intergeneracional de la alimentación nos lleva a nuevos retos políticos y plantea preguntas críticas sobre la protección y promoción de la salud pública a través de la nutrición materno-infantil”, ha defendido Zsuzsanne Jakab, directora regional de la OMS para Europa.
De hecho, su departamento presentará en septiembre de este año una estrategia sobre la salud de la mujer para el periodo de 2017 a 2021, con el objetivo de identificar las áreas claves de acción para evitar desigualdades en salud en todas las etapas de la vida.
