*AMLO APRENDIÓ YA DE ACARREOS
AGENCIAS/CIUDAD DE MÉXICO
Lo que en principio parecía una marcha multitudinaria, pero sobre todo legítima, fue manchada con viejas prácticas políticas que Andrés Manuel López Obrador sacó de su pasado y recurrió al acarre, la torta y el refresco.
“¡Cuéntenos bien, cuéntenos bien!”. decían y autoridades del Distrito Federal calcularon unas 17 mil personas, tal vez más, en este respaldo convocado por AMLO, de MORENA al magisterio disidente.
Sin embargo, reporteros y usuarios de las redes sociales dieron cuenta de un discriminado acarreo para “engordar” la marcha. Camiones llegaron de todas partes del país, en un vil acarreo.
Abiertamente, en calles aledañas a Reforma, llegaban los camiones y de ellos descendían personas que ni siquiera sabían porque estaban en el lugar. “¡Venimos a apoyar a López Obrador!”, pero “¿a qué?”, se les cuestionaba y entonces aparecía el líder: “no les diga nada, no está obligado, son de la prensa”.
Desde las 13:00 horas se reunieron en torno al templete situado en las inmediaciones del Zócalo, por la glorieta a Colón, y esperaron la llegada de López Obrador, que fue breve.
Se quejaban de que previamente se habían instalado unos toldos en el Zócalo y les impidieron el ingreso. Pero son para otro evento público.
Tres mil 125 policías custodiaron el movimiento que a final de cuentas reportó saldo blanco.