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La mirada es lo único que no ha cambiado en él…..seria, directa, sin pestañear, con ella marcada en su rostro, aunque disfrazada por una gorra, regresó a México, más delgado, con el peso de los años y la prisión de Estados Unidos, Luis Héctor Palma Salazar mejor conocido como “El Güero Palma”.
Compadre del Chapo Guzmán, socio y sobre todo cómplice en esa guerra que juntos emprendieron en contra de los sobrinos de su ex patrón, los hermanos Arellano Félix, cumplió con los gringos….pasó cinco años en prisión y alcanzó beneficios por buena conducta.
Se fue cuando las autoridades mexicanas consideraban que era un gran peso para el sistema penitenciario mexicano por la recién fuga de su compadre Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
Rumores indicaban entonces que él, como El Chapo, abandonaban la prisión federal juntos, a pasar momentos de placer en una casa de campo situada enfrente del Cefereso número 2, donde se ubicaba una cancha de frontenis y tenis, deportes a los que Palma Salazar era adicto.
Se dice que siempre miró así. Pero su alma se congeló cuando fue enterado que su esposa fue lanzada desde un puente y las cabezas de sus hijos las hicieron llegar en un par de cajas de regalo.
La guerra se desató. A partir de entonces se vivió un capítulo de violencia en donde Jalisco y otros Estados quedaron enmedio.
Sobrevino, primero, la irrupción de un comando en un torton escoltado por varias camionetas, se habla de más de 40 hombres, que irrumpieron a la discoteque Chrstine de Puerto Vallarta, Jalisco, para tratar de matar a los hermanos Francisco Javier y Ramón Arellano Félix.
El saldo fue de siete muertos y los hermanos Arellano Félix escaparon por un ducto de aire acondicionado.
Luego varios integrantes de la familia fueron abatidos en la ciudad de Guadalajara.
En varios Estados, como Jalisco y Nayarit, fueron “levantados” al menos nueve familiares de los Arellano Félix y luego ejecutados por la carretera a Iguala, Guerrero.
Y el momento clave llegó cuando un comando de los hermanos Arellano Félix, compuesto por pandilleros del barrio Logans y ex militares, regresaban a Tijuana, Baja California, sin éxito y se toparon con pistoleros tanto del Chapo como de Palma, suscitándose un cruento enfrentamiento donde murió el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y seis personas más, según la versión oficial, a manos de gatilleros del Cártel de Tijuana.
Ahora Palma Salazar regresa, con esa misma mirada, quizás con sus ansias de venganza reprimidas, y antes de salir libre, tendrá que enfrentar una orden de aprehensión que aún tiene pendiente por el homicidio de dos personas en Nayarit.
Quizás su casa vuelva a ser el Cefereso número 2 con sede en Jalisco, por lo pronto duerme otra vez en México, en el Altiplano, en el que un día -nadie sabe explicar porqué- llevó su nombre: El Penal de la Palma.
