PILAR PORTOCARRERO
A veces tendemos al drama y a pensar que el sufrimiento es parte del amor; que es la pimienta que toda relación necesita para luego valorar los momentos de felicidad.
Son conceptos erróneos que vamos adoptando de tanto mirar alrededor y encontrarnos con parejas que no saben amar, y que hacen de los conflictos el apéndice necesario de sus relaciones amorosas. O confunden la necesidad de sentirse queridas con el verdadero amor.
Aquí empieza a girar la ruleta que nos lleva al desvío y a terminar aceptando situaciones insostenibles en el tiempo, que nos desgasta emocionalmente hasta creer que somos “nada” si no estamos acompañadas.
Le tememos a la soledad, a que llegue el fin de semana y no tener con quien salir al cine aunque no sea de la mano. Solo cuenta la compañía, total… las broncas y la infelicidad es parte del amor. Ya vendrán buenos momentos, y vivimos esperando a que suceda el milagro cuando deberíamos enfrentar nuestros sentimientos, pero sentimos terror hasta de pensar que ya hemos dejado de amar.
No estamos hechos para vivir sin amor o sin sentir que vivimos para alguien más, porque en nuestro mundo siempre hay lugar para todos, menos para nosotros. Somos flexibles al cambio, a las circunstancias y a las parejas que vamos encontrando en el camino. Negociamos con nuestros valores, nuestros sueños y nuestra felicidad, a la que le decimos: “Espérate, con él va a ser diferente, es solo cuestión de tiempo”
Pero pasan los días y nos cuesta tomar la decisión de ser fieles a nosotras mismas y a lo que siempre hemos esperado de la vida.
Dentro de una relación hay momentos buenos y circunstancias que debemos afrontar con determinación, donde el verdadero amor entra a tallar mediante la comunicación, el respeto y el deseo de ser feliz.
Se puede negociar todo aquello que no es vital para nosotros y nuestra esencia, y solo así amaremos en libertad porque partimos de la base de querernos y respetarnos.
El amor no significa sufrimiento. ¡Rompe con esa mentira!, el amor debe sumar a tu vida momentos únicos que te inspiren a ser mejor. Es importante, pero no debería ser el centro de tus pensamientos.
Pilar
“Soñar es solo el principio”