POR PILAR PORTOCARRERO
La vida siempre nos sorprende de muchas maneras, de repente estás tranquila y haces “clic” con alguien que acabas de conocer.
¿Es amor a primera vista?, soy de las que cree que esas cosas pueden pasar, pero también soy consciente que a las mujeres nos gusta fantasear y pintar de rosa cualquier situación.
Todo lo llevamos al romance y a veces exageramos pensando que conocimos al hombre de nuestra vida, y cuando las cosas no van como lo imaginamos, es cuando empiezan los problemas y las falsas creencias que nos van alejando del verdadero amor.
No solo crecimos bajo el concepto de esperar al príncipe azul, o de resignarnos cuando el amor se acaba. También nos enseñaron que el deseo es cosa de hombres, pero esto no es así.
¡Las mujeres también deseamos!, pero nos cuesta aceptarlo abiertamente y preferimos decir: “Estoy enamorada” a confesar que estás con las hormonas alborotadas.
Pero, ¿cómo saber que es algo carnal y que no es asunto del corazón?
Solo tienes que alejarte un poco de la situación y poner atención a algunos detalles:
Si solo recuerdas sus caricias, lo bien que besa y cómo te hace el amor, y te vale un cuerno su conversación o lo que piensa.
No te importa qué hace durante el tiempo que no se ven, lo único que esperas es volver a verlo para saciar tus ganas, pues todo tu erotismo y pasión llevan su nombre. No importa que sea feo o diste mucho de lo que siempre buscaste en un hombre. Tu cuerpo lo llama y tú solo deseas complacerlo.
No lo imaginas dentro del ambiente donde te mueves, y ni pensar de contarles a tus amigas. Se convierte en tu mayor secreto. Fantaseas con él, pero nunca piensas en un “después” .
Aquí tienes las respuestas cuando te dices: “Lo amo, pero aún es muy pronto para presentarlo a mis amigas”
Cuando se ama lo quieres gritar, y deseas que todos conozcan al responsable de tu felicidad. No te importa si llevas algunos días de conocerlo. Lo conociste y punto; sientes que es amor y lo demás no importa. Disfrutas sus besos, pero también te encanta mirarlo, escuchar su voz, tomar su mano y recordarlo a solas. Sientes que lo extrañas y empiezas a imaginarlo en tu vida. Sientes que lo deseas con cada poro de tu piel, te gusta que te haga el amor, pero también sientes que tu corazón late por él y que ya tiene un lugar en tu vida.
Pilar
“Soñar es solo el principio”