ANTONIO VALLADARES
Un total de dieciocho disparos, agrupados, algunos de ellos para rematar a sus víctimas y asegurarse que no sobrevivieran, hicieron los pistoleros que acabaron con una pareja de esposos, en calles de Bosques del Centinela. El papá de la mujer, que iba en la parte trasera de la camioneta donde viajaban todos, resultó lesionado en forma grave.
De los responsables solo se sabe que eran de dos a tres sujetos que escaparon en una camioneta Ford Lobo de color blanco.
Según los primeros datos, la camioneta Chevrolet Captiva de color blanco circulaba por avenida Parres Arias, continuó por la prolongación de la calle Río Blanco y en plena zona habitacional, a la altura de Cerrada del Centinela, comenzaron a dispararles.
Un total de 18 cascajos de distintos calibres se encontraron tirados a lo largo de unos 50 metros.
La camioneta Captiva presentó ocho impactos en el cristal delantero del lado del conductor y cuatro más en el parabrisas. El del copiloto fue destrozado por la acción de las balas. Todos agrupados, algunos de ellos pese a que fueron hechos de auto a auto, en marcha, lo que hace suponer que eran pistoleros profesionales.
Frente al volante quedó el cuerpo de un varón y en el del copiloto, el cadáver de una mujer, aparentemente eran esposos. En tanto que paramédicos de la Cruz Verde de Zapopan se llevaron grave al papá de la joven, suegro del chofer.
Se cree, por la posición de los disparos, que accionaron las arma de auto a auto y luego los dos pistoleros se bajaron de la camioneta, para descargar más proyectiles sobre sus víctimas.
La fiscalía general de momento no dio a conocer mayores datos.