ANTONIO VALLADARES
Una avenida Revolución llena de autos, el semáforo marca en verde, arranca un camión, pero entonces un sujeto baja de un auto Ford Fiesta de color blanco y abre fuego contra los ocupantes de la patrulla 1703. Lo mismo hacen los ocupantes de una Toyota de color blanco, solo que por la parte de atrás. Ni siquiera las manos de los ocupantes de la unidad oficial se acercaron a sus armas. Los tres murieron.
Luego uno de los pistoleros empuja un auto abandonado, mientras otro lo conduce, solo para abrirse un hueco y escapar por la misma avenida Revolución hacia Lázaro Cárdenas. Nadie los detuvo.
Eran las 14:47 horas. “Los venían cazando”, dice un transeúnte, que no necesita ser experto para saber que los policías fueron sorprendidos y los pistoleros iban tras sus víctimas, muy probablemente desde cuadras más atrás.
Estos hechos ocurrieron por la avenida Revolución, entre República de Guatemala y Nopal, en la colonia San Pedro.
En los asientos delanteros quedaron el jefe policiaco Francisco Javier Alejo Rodríguez, con clave 1703, director operativo, y su chofer Daniel Río Chávez. Atrás, uno de los escoltas, José de Jesús Hernández Centeno. Todos presentaban heridas de bala en cráneo y tórax, murieron al instante.
En el sitio se encontraron cascajos percutidos por armas de asalto.
Los hechos ocurrieron a unas horas de que el jefe de gabinete del ayuntamiento gobernado por María Elena Limón, de nombre Esteban Garaiz, hiciera pública su renuncia.
La alcaldesa vía redes sociales expresó su indignación y lamentó el hecho, además de que informó que ya estaban coadyuvando con el fiscal general para la investigación.