PILAR PORTOCARRERO
Siempre he pensado que no se ama demasiado, simplemente se ama. Se siente por dentro, te quema, te emociona, a veces te duele; pero es un sentimiento que se filtra bajo tu piel dejando su magia; y cuando te atrapa, ¿acaso se puede huir?
Hay amores dulces e inocentes, aquellos que uno recuerda con nostalgia por formar parte de nuestra infancia, donde solo bastaba compartir una lonchera o andar juntos a la hora del recreo. Son esos amores que nunca se olvidan y que siempre se recuerda con una sonrisa.
¿Te enamoraste en tu adolescencia?, quién no ha despertado al amor con el primer beso. Tal vez robado, un beso mal dado, donde solo importaba el beso en sí, por ser el primero. Ese beso que deja sobre tus labios la ilusión y que te abre a un sentimiento que te deslumbra y que causa tus primeras lágrimas, pero que es un amor que pronto se deja en el pasado como parte de nuestra vida.
Pero cuando menos lo esperas te sorprende ese amor que te hace vibrar y al que te entregas sin reservas; y por el que te crees capaz de enfrentarte al mundo. Por el que muchas veces mientes, te transformas, enloqueces y te apasionas hasta el punto de olvidarte de ti misma. Ese amor que echa sus raíces en tu corazón a veces para bien o a veces para mal, y nos vuelve desconfiados e incapaces de aventarnos al ruedo para no volver a sufrir. Y en el afán de protegernos nos enredamos en relaciones banales donde los besos y caricias no pasan la barrera que construimos con esmero.
Y llegamos a pensar que controlamos nuestros sentimientos, pero el amor tiene tanta fuerza dentro de sí que es imposible doblegarlo.
Es mentira que se puede amar con la cabeza, simplemente se ama, y, ¡cuidado!, porque cuando te pilla es inútil que escapes. El amor te acorrala, te absorbe, te vuelve sumiso a sus deseos, y aquí no queda otra que disfrutar de ese sentimiento que tal vez no dure para siempre, pero que puede ayudarnos a que nuestra vida sea menos sosa y aburrida. Tampoco vale aferrarse como si fuera un salvavidas que nos alejará de la soledad, el amor hay que vivirlo en libertad y hay que darle el suficiente espacio para que fluya y regrese a nosotros con más fuerza.
“Soñar es solo el principio”
Pilar Portocarrero es escritora, autora de varias telenovelas, participante de varias Ferias Internacionales del Libro, incluyendo la de Guadalajara. Si quieres leer más sobre sus obras
http://cuentosdeamordepilar.blogspot.com/