AGREDEN A ESTUDIANTES DE MEDICINA
Hace unos días Andrés M. Estrada, periodista de El Universal, publicó en ese importante medio de comunicación, una extraordinaria investigación sobre las denuncias que han realizado diversos estudiantes de medicina de diferentes universidades de todo el país, señalando que han sido víctimas de miembros del crimen organizado, mientras desarrollaban su servicio social en algunas poblaciones.
Entre lo manifestado por los pasantes de esa carrera profesional estan levantones para atender a personas heridas que fueron lesionadas en algún enfrentamiento con armas, con la consigna; “si no salvas al paciente, tú te mueres”, además también los futuros galenos son víctimas de amenazas, asaltos, robos, acosos sexuales, violaciones, lesiones y homicidios.
De acuerdo a lo publicado la Secretaria de Salud documento alrededor de 34 casos de amenazas y agresiones, aunque por otra parte el Instituto Politécnico Nacional le informó al periódico Universal de 50 denuncias de agresión a sus alumnos sucedidos entre Enero de 2007 y Septiembre de 2015.
No obstante, y a pesar que entre algunos sectores de la sociedad se sabía de algunas ataques a los pasantes de medicina y de que esta ilícita situación se estaba incrementando notoriamente, hasta esta fecha no me entere de que algún funcionario de la Secretaria de Salud, del Instituto Mexicano del Seguro Social o de alguna Universidad pública o privada, haya alzado la voz exigiéndole a las autoridades de seguridad publica el esclarecimiento de estos hechos y la implementación de alguna estrategia de protección para los jóvenes universitarios.
Todo parece indicar que el único pronunciamiento oficial sobre este terrible fenómeno delictivo fue el del Doctor Ricardo León Bórquez. Presidente de la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina A. C. (AMFEM), quien le señaló al reportero Andrés M. Estrada, que la asociación que él preside recibía un promedio de 10 denuncias de amenazas al mes, lo que sumaba alrededor de 600 en los últimos cinco años.
Es sumamente doloroso enterarnos de estas injustificadas agresiones a jóvenes que con muchos esfuerzos estudian una de las profesiones más difíciles de costear y de cursar.
Su objetivo final es efectuar una de las tareas más nobles de la humanidad, el de atender y curar a los enfermos o salvar la vidas de todos los ciudadanos sin importar su condición social.
Nuestra solidaridad para estas futuras promesas de la medicina, para sus padres, familiares y amigos, definitivamente ninguno de ellos merece ser tratado de esa forma, por el contrario deberíamos de reconocerles la importante función que desempeñan en beneficio de los ancianos, niños, madres e individuos de las comunidades rurales, vale la pena que los agresores reflexionen y valoren que el ejercicio de esta actividad no tiene remuneración, por eso se le conoce como “servicio social”, lo peor es que de continuar con esta caótica realidad, se corre el riesgo de privar de estos vitales servicios de salud a las personas que más lo necesitan.
Email: victor@minervamultimedios.com