Dallas.- El 2015 fue el año más caluroso en la Tierra desde comienzos de los registros en 1880, al sobrepasar la marca impuesta en 2002, informó hoy la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.
Científicos de la NOAA y de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) anunciaron este miércoles análisis independientes que muestran que 2015 fue, con mucho, el año más caliente en 136 años de registros.
Durante 2015, la temperatura promedio global sobre superficies terrestres y oceánicas fue de 58.62 grados Fahrenheit (14.79 C grados centígrados).
El aumento sobre la temperatura promedio fue el más alto entre todos los años en el registro desde 1880 hasta 2015, superando el récord anterior establecido en 2014 por 0.29°F (0.16°C).
Además marcó la cuarta vez que en el siglo XXI se registra un nuevo récord de temperatura, preciso la NOAA en un comunicado.
Debido al amplio margen sobre el año 2014, la NASA calculó que 2015 fue un año récord con una certeza del 94 por ciento, más del doble de la certeza que tenía el año pasado al anunciar 2014 como una marca.
La NOAA colocó por su parte una certeza por encima de 99 por ciento – o “virtualmente seguro”, de que el 2015 fue el año más cálido, dijo en el comunicado el director de los Centros Nacionales de Información Ambiental de la NOAA, Tom Karl.
Los cálculos de la NOAA y de la NASA indicaron que por primera vez, la Tierra es un grado Celsius (1.8 grados Fahrenheit) más cálida de lo que era en la época preindustrial.
Eso es una cifra clave porque los líderes del mundo han establecido una meta para tratar de evitar que el calentamiento del planeta supere 1.5 grados centígrados por encima de la época preindustrial.
Karl advirtió que debido al ritmo de aumento de las temperaturas, “no estamos muy lejos de alcanzar 1.5 grados”.
La ininterrumpida continuación de la tendencia al calentamiento no es ninguna sorpresa. Los 10 años más calurosos registrados desde 1880 han ocurrido en los últimos 17 años.
Desde 1880, la temperatura media de la superficie de la Tierra se ha calentado unos 1.4 grados Fahrenheit (0.8 grados Celsius), una tendencia que está siendo impulsada en gran medida por el aumento del dióxido de carbono y otras emisiones contaminantes en la atmósfera del planeta.