HÉCTOR MANUEL RAMOS PRECIADO
CHALECOS REFLEJANTES: NO DISCRIMINAN, SÍ ESTIGMATIZAN
Se le está haciendo bolas el engrudo a las autoridades de movilidad el tema de obligar a los conductores de motocicletas de menos de 250 centímetros cúbicos de cilindrada (cc) a portar de manera visible chaleco, chamarra o chaqueta con al menos el veinte por ciento de material reflejante o vestimenta que permita repartir este porcentaje material reflejante en brazos y piernas y que esa prenda lleve inscrita en la parte posterior el número de placas de circulación distribuidas en un espacio de treinta por veinte centímetros, situada en la parte superior de la prenda, con material reflejante de cualquier color.
Lo anterior, lo dispone el artículo 61 fracción XI del Reglamento de la Ley de Movilidad y Transporte del Estado de Jalisco, que fue expedido el 8 de noviembre de 2013 por el Gobernador del Estado, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz. Si bien esta disposición reglamentaria en materia de movilidad entró en vigor desde marzo de 2014, formaba parte del archivo de las letras muertas conformado por tantas y tantas leyes expedidas, pero inaplicables en nuestro Estado.
La urgencia de poner en marcha las sanciones que van de 10 a 30 días de salario mínimo (de 730 pesos a 2 mil 191 pesos) en contra de los mini motociclistas obedece de fondo a una estrategia que no quieren reconocer cabalmente nuestras autoridades y que tiene que ver con el combate a los llamados “motoladrones”, es decir aquellos delincuentes que en pareja se dedican a robar transeúntes a bordo de una motocicleta de bajo cilindraje, donde la motocicleta es esencial porque les permite escapar de sus víctimas y de la policía.
A través de la macro portabilidad de las placas en los chalecos y demás prendas, se pretende combatir a los hasta hoy imparables motoladrones. En esa estrategia están inmersos la SEMOV y las policías metropolitanas, por lo que la medida no debe ser tomada con desagrado por la ciudadanía, sin embargo algunos clubes de motociclistas ya comenzaron a expresar su rechazo a esta disposición legal argumentando que se está discriminando a los conductores que tripulan motocicletas de bajo cilindraje y que los chalecos pueden ser falsificados por delincuentes para incriminarlos injustamente.
En estricto sentido jurídico, la exigencia del chaleco no puede considerarse discriminatoria que no tiene que ver con motivos de origen étnico o nacional, color de piel, cultura, el sexo, género, edad, discapacidad, condición social, económica, de salud o jurídica, de religión, de apariencia física, características genéticas, situación migratoria, embarazo, lengua, opiniones, preferencias sexuales, identidad o filiación política, estado civil, situación familiar, idioma o antecedentes penales.
Sin embargo con la actual aplicación de esta norma, SI se está estigmatizando a los que usan motos de bajo cilindraje puesto que a los que usan motos de arriba de 250 cc (que se supone tienen más alto poder adquisitivo) no se les obliga a portar el chaleco. Independientemente de la justificación que da la autoridad ¿Qué acaso los usuarios de motos de alto cilindraje no son susceptibles de cometer las mismas conductas que los usuarios de motos de bajo cilindraje?
Como nuestras autoridades no aceptan públicamente que la medida del chaleco esta principalmente dirigida a combatir a los motoladrones, entonces tendrán que portarse igual de estrictos aplicando el Reglamento a todos aquellos motociclistas (la mayoría) que al conducir su vehículo no observan en lo más mínimo las normas para circular y que tiene que ver con que andan de malabaristas metiéndose zigzagueantes entre los autos ocasionando constantes accidentes. Este tipo de actos también constituyen infracciones, pero hasta hoy forman parte del archivo de nuestras leyes muertas.
Bien haría el Ejecutivo si adecuara el Reglamento de Movilidad haciendo extensiva la obligación del chaleco a todos los motociclistas sin distingo, ya que las normas jurídicas entre otras características que la distinguen, deben ser generales y abstractas para que tengan aceptación social. Además esta medida contribuiría enormemente a fomentar la conducción adecuada de todos los motociclistas.
