HÉCTOR MANUEL RAMOS PRECIADO
LAS BANQUETAS DE LOS INTOCABLES
La mayoría de los ciudadanos de Guadalajara vemos con agrado las acciones de la actual administración de Guadalajara encabezada por Enrique Alfaro de limpiar las baquetas, no permitir el comercio ambulante en el centro histórico de Guadalajara y recuperar las banquetas de la zona del vestir Medrano.
Aunque esas dos acciones no representan grandes erogaciones de recursos públicos, si representan dos acciones inteligentes que demuestran que ante la falta de recursos, se pueden hacer muchas cosas positivas como simplemente cumplir con los Reglamentos Municipales para tener una ciudad más habitable.
Con todo y los violentos (pero controlados) enfrentamientos de la autoridad municipal con los comerciantes ambulantes de la zona Obregón y San Juan De Dios, el saldo para la administración de Enrique Alfaro, hasta el momento parece positivo.
Sin embargo los programas como el de banquetas libres, la limpia de ambulantes en el centro y el rescate de los mercado municipales, se quedarán cortos si no nos regresan a los ciudadanos todos aquellos lugares que poco a poco fuimos perdiendo hasta convertir nuestra ciudad en un caos donde “sobrevivir como se pueda” parece ser nuestro objetivo de cada día. Me refiero por supuesto a tantas banquetas de Guadalajara que siguen invadidas por negocios de comida callejera (tan exitosa) alrededor de los cuales los automóviles se estacionen en doble fila y los transeúntes tienen que caminar en zig – zag por las banquetas o de plano caminar por la calle con el riego de ser atropellados. Ejemplos de estos comercios hay muchos y no es que tengamos nada contra ellos, pero curiosamente los que más obstruyen el tránsito peatonal y vehicular son los que ganan a diario carretadas de dinero, lo que les da perfectamente para comprar una finca y establecerse formalmente.
Otro tipo de comerciantes – poderosos por cierto – son los del Mercado de Abastos (el más importante del occidente del país), que desde hace bastante tiempo quedó rebasado y pide a gritos ser reubicado, tema que no se ha tratado en esta administración Municipal y que mucho bien nos haría a los habitantes de la Metrópoli.
En el Mercado de Abastos, la mayoría de los comerciantes también se han apoderado de las banquetas como si fueran suyas para invadirlas con su mercancía. Camine Usted – si es que puede – por las dulcerías, cremerías y demás comercios de la calle 2, o por los negocios de frutas y verduras de todo el mercado y se dará cuenta que las banquetas de más de un metro de ancho quedan recudidas a el ancho de una sola persona, lo que hace imposible el tránsito peatonal y genera un caos a la hora de que se cruzan dos personas con algo de carga o mandado. Las personas con discapacidad en estas zonas invadidas por los comerciantes no tienen la menor posibilidad de transitar.
Otro mercado invadido en sus baquetas es el Felipe Ángeles, segundo más importante de Guadalajara.
Los mercados son propiedad del Ayuntamiento de Guadalajara y los locatarios solo son concesionarios de los espacios destinados al comercio y el comercio ambulante está sujeto a permisos que otorga la autoridad Municipal, lo que supone un fácil control para poner en orden estos negocios, por lo que no se entiende cómo es posible que se les mantenga intocables a pesar de los programas tan cacareados. ¿O es que solo interesas aquellos lugares turísticos?
De ser cierta esta premisa, estaríamos entonces ante un gobierno que está trabajando más para la imagen pública que para los ciudadanos.
