LOS DESEOS DE CADA AÑO
Si tuviéramos algo de tiempo para meditar y analizar rápidamente la historia de la humanidad, nos daríamos cuenta de la enorme cantidad de obstáculos que ha tenido que sortear nuestra especie para continuar existiendo hasta la actualidad.
Durante casi todo el tiempo, la violencia extrema ha estado presente en todas las zonas del mundo en donde había individuos, pareciera que el primer instinto del hombre, después de alimentarse y de protegerse del medio ambiente, fue conquistar a todos los otros seres vivientes, y a quien no pensara igual o se resistiera a los deseos de las primeras generaciones, estaba destinado a morir y no pocas veces de la forma más cruel o salvaje.
Los valores supremos no eran la vida, el respeto a los derechos humanos u los de la naturaleza o el trabajo colectivo, era la conquista y borrar de la faz de la tierra a todo aquello que no apoyara esa forma de pensar o se opusiera a ello, tristemente en este mundo ha habido más guerras y conflictos bélicos innecesarios, que líderes íntegros y honestos en las distintas comunidades.
Penosamente mucha de la historia real de la humanidad, esta incrustada de falsedades y de hechos que nunca sucedieron o que fueron cambiados para favorecer algunos personajes de los diversos regímenes políticos, de las diferentes corrientes religiosas, de los sistemas culturales y de los avances de la ciencia o la tecnología.
Por años las poblaciones han sido injustamente engañadas, denigradas y pisoteadas por círculos de personas en el poder sin escrúpulos, con una ausencia absoluta de bondad, misericordia y espíritu de servicio hacia sus semejantes.
Cuánta razón tiene la conocida frase de que “los pueblos no hacen historia, la hacen sus dirigentes”, porque efectivamente, los pueblos nunca decidieron si se iniciaba una guerra y ¿tampoco determinaron contra quien?, no han participado en los decretos para la devaluación de las monedas o en influir para señalar que obras de infraestructura importantes se realizan, casi siempre y absolutamente, lo imponen sus líderes o sus gobiernos.
Muchos de los fenómenos anteriores han sucedido porque nuestros antepasados lo permitieron, pareciera que a los ciudadanos de ese tiempo no les intereso reflexionar o concientizarse para participar activamente en el cuidado de las decisiones que tomaron sus dirigentes, porque como ahora lo sabemos muchas de ellas se hicieron para nuestro beneficio, pero otras tantas lo hicieron en perjuicio de la gente.
Esta es una época inmejorable para evolucionar y hacer diferencia con las generaciones anteriores, pensemos en los beneficios que nos traería un cambio de actitud.
Para muestra un pequeño botón, normalmente nuestros propósitos de cada año nuevo, casi siempre van encaminados a que el resto de las personas con las que convivimos cambien sus hábitos parcial o totalmente, cuando en realidad deberíamos de concentrarnos en modificar nuestra propia conducta, ya que esto sería más fácil y nos daría mejor resultado.
También pedimos con mucho entusiasmo que nuestro entorno cambie, cuando nosotros deberíamos de aplicarnos para adaptarnos a él o en esforzarnos para provocar los cambios que nos hagan sentir mejor.
¿Usted cree que este próximo año 2016, ya es el momento propicio para cambiar nuestras conductas y por ende participar más en las decisiones que nos pueden afectar a la mayoría de los ciudadanos en un futuro?
Cordialmente
El Director General
Email: victor@minervamultimedios.com