¡A CUIDAR EL AGUINALDO!
HÉCTOR MANUEL RAMOS PRECIADO
El aguinaldo es un derecho de los trabajadores consagrado en los artículos 87 de la Ley Federal del Trabajo, 42 Bis de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado y 54 de la Ley para Los Servidores Públicos del Estado de Jalisco y sus Municipios.
En el caso de quienes trabajan para empresas o patrones de la iniciativa privada deberá pagarse antes del 20 de diciembre y comprende el equivalente a quince días de salario, por lo menos. Para el caso de los burócratas federales será equivalente a 40 días del salario y para los burócratas estatales será de 50 días, sobre sueldo promedio. En la mayoría de los casos el aguinaldo se paga antes del 20 de diciembre de cada año.
El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define al aguinaldo como un regalo que se da en Navidad o en la fiesta de la Epifanía. En la mayoría de países de América latina se le llama con ese nombre, pero en otros se le conoce como mes 13, sueldo anual complementario, salario 13, prima de navidad, gratificación anual, sueldo anual complementario, retribución anual; etc.
El origen de la palabra aguinaldo no es muy claro para los historiadores, pero lo cierto es que se trata de un inobjetable derecho otorgado a los trabajadores para sufragar los gastos extraordinarios que implican las celebraciones de Navidad y Año Nuevo y aquellos trabajadores que no lo reciban por parte del patrón, están en su derecho de demandarlo ante la justicia laboral.
Toda la sociedad está enterada que por el pago de los aguinaldos, en diciembre la gente trae más dinero. Eso motiva que una parte de la sociedad trate cada año de quitarnos por la buena o por la mala nuestro aguinaldo.
Por la mala, ahí tenemos el dato estadístico de que año con año en diciembre se incrementan los delitos de robo a transeúntes (entre ellos los llamados conejeros).
Por la buena (que ni tan buena en sí), está la voracidad de los comerciantes que nos bombardean de comerciales, ofertas y hasta inventos como el “buen fin” para buscar también quedarse con nuestro aguinaldo que en la mayoría de los casos lamentablemente termina enla adquisición de viajes de vacaciones, compras en tecnología, electrodomésticos, ropa, accesorios, etc.
De acuerdo con los pronósticos de los expertos en economía, el año 2016 no será nada halagador para los mexicanos. Por citar algunos indicadores relevantes: el dólar seguirá por las nubes, el precio internacional del petróleo (principal ingreso del país) seguirá bajo y el gobierno recortará el gasto público.
Ante ese panorama, la mejor recomendación es cuidar el ingreso extra que represente nuestro aguinaldo y no comprometerlo antes, a menos que sea para adquirir bienes o servicios duraderos. El mejor destino que se le puede dar al aguinaldo es para pagar deudas o para ahorrar con un fin determinado.
El peor destino que se le puede dar al aguinaldo es utilizarlo para comprar regalos navideños que en la mayoría de los casos son innecesarios y no son del gusto del destinatario, por lo que generalmente terminan en manos de una tercera persona. Si se va a regalar algo por la navidad es conveniente preguntar al destinatario que le hace falta en realidad, para en todo caso regalar algo de verdadera utilidad.
En nuestros días la Navidad se ha distorsionado por el comercio que se ha hecho de esa fiesta y los regalos en todo caso están justificados solo para los niños.
Los adultos debemos retomar el verdadero significado de la navidad y entender que Jesús nos regaló su amor, su luz, sus enseñanzas, y sobre todo su vida.
¡Eso nada tiene que ver con gastar el aguinaldo en cosas materiales!