CONSTERNA LA VIOLENCIA EN GUADALAJARA
Pareciera que los jaliscienses ya contemplamos como parte del paisaje urbano los continuos actos violentos que suceden en la zona metropolitana de Guadalajara, porque lamentablemente de un tiempo a la fecha se han incrementado considerablemente las ejecuciones de personas en los cuatro municipios que integran esta urbe, (Zapopan, Guadalajara, Tlaquepaque y Tonalá), lo más preocupante es que no se ve que la sociedad se manifieste al respecto.
Los ciudadanos no debemos de aceptar estos hechos violentos que lastiman uno de los derechos más sagrados de todo ser humano como lo es el de la vida, como algo inevitable, debemos de exigirles a nuestras autoridades más eficiencia en sus responsabilidades y mayor énfasis en la prevención de los delitos, particularmente en los más graves.
Si la población no se manifiesta y participa activamente, exigiéndole a nuestros representantes gubernamentales que cumplen con su obligación de proporcionarle la seguridad pública a la sociedad, dentro de muy poco tiempo lo puede lamentar profundamente, sobre todo cuando permanentemente se tiene la posibilidad de ser la próxima víctima o vivir de cerca la perdida de algún familiar, una amistad o alguna persona conocida, por las desenfrenadas acciones de algunos grupos delincuenciales.
Aunque el Fiscal General del Estado de Jalisco, señalo que la mayoría de los homicidios eran porque las víctimas estaban relacionadas con actividades delictivas y que posiblemente en estos hechos tenían que ver con miembros del crimen organizado.
Durante la semana pasada también asesinaron a puñaladas a un joven estudiante de tan solo 18 años de edad, al intentar robarle su teléfono celular, cuando regresaba de haber asistido a la sede de la Feria Internacional del Libro.
Esto habla de un ser humano, que sin lugar a dudas era una incipiente promesa, que estudiaba, asistía a eventos con deseos de desarrollarse, con todo el derecho a vivir, disfrutar y dejar una huella positiva en este mundo.
Para los padres de familia de este joven y de otros muchos más a los que injustamente les han arrebatado la vida, no debe ser fácil alcanzar el consuelo o la resignación, porque debe ser casi imposible entender el porqué alguien es capaz de asesinar a otro ser humano y más doloroso deber ser que sucedió solo porque se resistió a entregar un artículo de su propiedad a alguien que portaba ilícitamente una arma y se hacía acompañar de otro sujeto para intimidarlo.
Tristemente estos incidentes se siguen reproduciendo porque el sistema de justicia en nuestro país, sigue siendo ineficaz y los avances que se han logrado hasta el momento son realmente pobres.
Todavía las corporaciones policiales y las fiscalías tienen rezagos importantes en el esclarecimiento de los delitos que se denuncian, de hecho la mayoría de ellos nunca se resuelven, otros solo se aclaran parcialmente y unos mas lo hacen cerca de su prescripción o durante ella.
Hay un precepto que establece que los delitos que no se castigan, se repiten, yo agregaría que también se multiplican y lo peor es que casi siempre ocurre en perjuicio de los buenos ciudadanos.
Cordialmente
El Director General
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