ANTONIO VALLADARES
Amenazan con volver, pero los están esperando. Decenas de policías custodian la avenida Álvaro Obregón y en las últimas horas han detenido para revisión a decenas de jóvenes que se desplazan en motocicletas, presumen son los mismos a los que recurrieron la vez anterior comerciantes para quemar coches y realizar destrozos a una tienda de conveniencia situada en calzada Independencia y Juárez.
Esta vez serán detenidos, algunos son investigados por aquellos sucesos, a otros se les trata de identificar en videos y fotografías.
Sin embargo, ese grupo de choque –que por cierto clamaba ayer en una manifestación el regreso del PRI- ha sido desactivado por parte de la Fiscalía General dependiente del gobierno del Estado, que entró en respaldo del ayuntamiento de Guadalajara.
El operativo, si bien fue comenzado por el municipio, con “el madruguete” desde la noche anterior, al apoderarse de Álvaro Obregón, por otro lado ha sido rematado con la intervención del cuerpo estatal de antimotines que usaron gases lacrimógenos para dispersar a la masa que mantenía parado el tráfico en calzada Independencia y de paso el servicio del Macrobús, afectando a miles de tapatíos.
No cedió la autoridad ni un centímetro. Incluso las explanadas e torno al mercado Libertad lucen solas.
Los inspectores se han mostrado implacables, más de 350 policías custodian la zona y a ellos, para que se haga cumplir la ley.
En las próximas horas seguirá el estira y afloja, poco a poco se irán convenciendo que ahí ya no pueden volver, y deben de aprovechar ser reubicados, siempre y cuando no vendan piratería.
Entonces, primero fue el primer cuadro de la ciudad, luego Obregón y los alrededores de San Juan de Dios, ahora en la mira está la zona de Medrano.