Seguridad Pública, tarea difícil de comprender.
LUIS ARMANDO GUERRERO NÚÑEZ.
La noche del 13 de noviembre acontecieron en París, Francia hechos violentos y que resultan altamente reprobables, toda vez que los actos motivados por la pasión en que viven sus autores, dicen ellos justificados en nombre del creador de todo lo que en el universo y la tierra existe, es sin duda, lo más alejado a lo que suele llamarse inteligencia humana.
Con independencia de lo que representa el ahora llamado Estado Islámico, y de cual sea la motivación real o de justificación que los ha llevado a realizar actos de tal barbarie, lo que es un hecho conocido que la autoridad francesa sí tenía identificados a los participantes en los hechos que han dejado más de un centenar de muertos y más de 300 heridos en Francia; y para integrar la materia del presente artículo tomaremos como punto partida la información con la que contaba la autoridad francesa, y como ya se dijo, por lo menos tenía identificados a los autores materiales, sin embargo, no se hicieron labores completas de inteligencia sobre seguridad pública que permitieran desplegar actos de autoridad que por lo menos inhibieran o desalentaran los ataques ejecutados por los integrantes del Estado Islámico.
Al momento de escribir el presente documento, también es conocido que fuentes gubernamentales fueron conocedoras de un probable ataque en contra de la capital francesa, y es aquí cuando surge la interrogante ¿Qué fue lo que impidió a las autoridades en materia de seguridad pública, realizar con éxito labores de inteligencia?, por supuesto interrogante difícil de contestar, lo único visible es lo que sucedió, no lograron tener resultados positivos para evitar los hechos que hoy por hoy lamentamos.
Uno de los servicios a que se encuentra obligada la autoridad municipal de Guadalajara, es el correspondiente a la Seguridad Pública, tarea nada sencilla, pues es suficiente recordar que dentro de la zona metropolitana ha establecido sus raíces el llamado “Cartel Jalisco Nueva Generación”, y que debe admitirse fue fortalecido en tierra caliente de Michoacán, además de ello para entender su integración no debe olvidarse la participación de sus integrantes en carteles que también establecieron sus reales en la ciudad de Guadalajara. Lo anterior es importante, toda vez que la presencia de delincuencia organizada no solamente detona el narcotráfico y narcomenudeo, sino también otro tipo de delitos de alto impacto, así como una mayor impunidad que invita al aumento de la delincuencia común.
Bajo la óptica de que la inseguridad no es consecuencia de percepción, sino de padecer en el día a día el despliegue de actos de la delincuencia organizada y la delincuencia común en la ciudad de Guadalajara, en donde se requiere la ejecución de planes y proyectos de inteligencia en seguridad pública municipal, que permitan inhibir la impunidad en por lo menos la delincuencia común, a fin de que de forma tangible y objetiva la ciudad sea más segura, el periódico Mural, de circulación local, en sus notas señala que el Alcalde Enrique Alfaro en unión del Secretario de Seguridad Ciudadana Salvador Caro, salen juntos a patrullar la ciudad de Guadalajara, lo cual hacen notar al publicarse en redes sociales su recorrido de vigilancia. Sin temor a incurrir en una equivocación, la presencia física policial inhibe la ejecución material de un acto ilícito en el momento de que se trate, sin embargo, trabajar en un esquema que permita dar seguimiento puntual a los hechos que hagan saber a los delincuentes consuetudinarios u ocasionales que en buena medida no podrán sustraerse de la acción dela justicia, resulta más complicado que ver a las autoridades en simple tarea de vigilancia de presencia, pues la ciudad ya ha padecido hechos de inseguridad tan violentos como los que sucedidos en ciudad luz.
