PILAR PORTOCARRERO
¡No soy la doctora corazón! Me encanta que me escriban y agradezco la confianza que tienen al contarme sus problemas, pero no soy una experta en temas de amor, y tampoco me considero preparada para dar determinados consejos.
Siempre puedo hablar por las cosas que he vivido y decir, desde mi punto de vista, lo que pienso y siento; y no tienen que estar de acuerdo conmigo.
Pero hay algo que aprendí y que creo abarca a muchas personas: Siempre tenemos alguna excusa para evitar dar el primer paso, no importa la situación que vivimos y a lo que nos enfrentemos, el miedo nos volverá creativos para aguantar, seguir siendo infelices y vivir cómodamente dentro del ambiente que conocemos, creyendo que la tierra es cuadrada.
Cuántas veces escuché y sigo escuchando “Lo hago por mis hijos”, yo también los puse de excusa en algún momento de mi vida, o como me dice Elvira en su mensaje… “No me siento preparada para enfrentar la vida”
Y esto es algo que también aprendí cuando de pronto me vi en medio de una nada sin saber cómo ser dueña de mis horas, mientras trataba de no sentir pena por mí: Y es que nunca te sentirás lo suficientemente preparada para dar el primer paso, hasta que lo das. Entonces el instinto por sobrevivir te hace estar en alerta para ver oportunidades en cada cosa que se te presenta.
Mientras no se sale de nuestra zona de confort no se aprende a caminar. Mientras no te tiras al mar no haces el esfuerzo por empezar a nadar en medio de las olas. La calle, la vida, los problemas y hasta las personas buenas y malas que encontrarás siempre te dan alguna enseñanza. Tuve fuertes desengaños y en algún momento estuve resignada a lo peor, pero entonces di un primer paso muerta de miedo y lo demás lo dejé a Dios.
Lo que sobra en nuestras vidas son las excusas y los pensamientos limitantes. Buscamos que alguien nos dé un consejo muchas veces esperando lo que nuestra parte consciente quiere escuchar, y huimos de aquellos que nos dicen sin tapujos la respuesta que está en nuestro corazón, y que callamos a propósito porque sentimos miedo.
Creo que todos sabemos lo que siempre debemos hacer si nos dejamos llevar por nuestros latidos. Deja las excusas en la ventana y haz lo que sientas. No lo que te diga el cura o tu mejor amiga, sino lo que te sale del alma.
Y si hay otra cosa que también aprendí en la vida es que nunca estás solo, siempre habrá alguien que te ayudará, que enjugará tus lágrimas y te dirá de corazón: “Cuenta conmigo para lo que sea”.
“Soñar es solo el principio”
*Pilar es escritora peruana, participante en varias ferias del libro a nivel internacional y puedes leer más de ella en http://cuentosdeamordepilar.blogspot.com/
