PILAR PORTOCARRERO
Desde que tengo memoria recuerdo a mi abuela recitando refranes para cada ocasión, y aprendí a escucharla cuando en realidad quería correr para escapar de todo lo que seguía a esas benditas frases populares con las que me educó en un momento determinado de mi vida.
Una de sus preferidas y que solía repetir desde que era muy niña, quizá para que siempre la tuviera presente, era recordarme que “la mujer era como un cristal, una vez que se rompe nadie lo puede pegar” Al principio no entendía a qué se refería, pero llegué a odiar esa frase cuando no tuvo mejor idea que prevenirme sobre la prueba de amor que muchas jovencitas embarazadas le habían ofrecido a sus enamorados.
Ahora entiendo que ella tomaba la herramienta que tenía a la mano para educarme de la mejor manera, pero ahora que hago memoria sobre todo lo que ella me decía, llego a la conclusión que la motivaba el miedo a que yo fuera a dar “un mal paso” y saliera con “un domingo siete”
En la actualidad hay una avalancha masiva de frases de todo tipo y para los diferentes estados de ánimos. ¿Alguien te abandonó y te encuentras desesperada?, deja de llorar que “un clavo saca otro clavo”, porque debes tener presente que “amar es tiempo perdido sino es correspondido” ¡Ah!, y si tienes la mala suerte de haberte enamorado de un feo por las bondades que tiene en el alma, calla la boca de aquel que se atreva a cuestionar tus gustos diciéndole: “Más vale feo y bueno, que guapo perverso”
Creo que cada quién se acomoda a la frase que más le conviene, personalmente, pienso que hay gente resignada o que esconde sus flaquezas e inseguridades detrás de palabras adornadas que toma como suyas.
“Lo que será para ti será, aunque no te pongas en la cola”, es la frase que últimamente está en boca de todos, pero mi alma se rebela porque no puedo cruzarme de brazos a esperar a que me den un pedazo de pastel, yo corro a la pastelería a escoger la torta que más me guste, y si no lo puedo saborear no me quedo ensalivándome la boca, veo la manera de conseguirlo. ¿Qué voy en contra del destino?, ¿que a pesar de lo que haga no lo voy a lograr?
Cuando estaba en el colegio sufría con las matemáticas y mi abuela repetía a voz en cuello “El que persevera triunfa, hija”, me decía. Nunca pude lidiar con los números, pero de todos los refranes que ella solía repetir, es el único con el que estoy de acuerdo.
“Soñar es solo el principio”
*Pilar es escritora peruana, participante en varias ferias del libro a nivel internacional y puedes leer más de ella en http://cuentosdeamordepilar.blogspot.com/
