LA OPINIÓN DEL DIRECTOR
CUANDO UNA PROTESTA JUSTA SE VUELVE INJUSTA
El pasado sábado 26 de Septiembre, se llevo a cabo una marcha por varias avenidas de la ciudad de México, para protestar que hace un año desaparecieron los 43 estudiantes de la Escuela normal rural de Ayotzinapa en el municipio de Iguala, Guerrero.
Durante la manifestación algunos anarquistas lesionaron a un policía y destrozaron y pintaron instalaciones de negocios, edificios y monumentos por donde pasaron.
Realmente es incomprensible que estos vándalos reclamen justicia, cuando sus actos son absolutamente injustos, dañan el patrimonio gubernamental que se edifica con el esfuerzo de todos los ciudadanos, el de algunas empresas que generan empleos o el de particulares que no tienen nada que ver con estos lamentables sucesos y peor aún, agreden salvajemente a los representantes de la ley, para luego huir en forma cobarde, sin que sus actos tengan alguna consecuencia.
Con absoluta convicción manifiesto que los familiares, amigos y compañeros de los 43 desaparecidos cuentan con nuestra total solidaridad, no obstante también es importante entender que no son los únicos desaparecidos en nuestro país y que los demás son igual de importantes aunque no tengan el respaldo de movimientos de protestas tan organizados, rechazar la propuesta del gobierno federal de crear una fiscalía especial para los desaparecidos y pretender imponer una unidad de búsqueda especializada solo para los 43 normalistas, es una forma egoísta de inclinarse solamente por su causa y no comprender o empatizar con miles de personas que padecieron las mismas circunstancias de perder a sus seres queridos y que también tienen derecho a ser atendidos por las autoridades.
No debemos olvidar que muchos familiares de otras personas desaparecidas han apoyado el reclamo de justicia para los normalistas, por otra parte es cierto que los padres de los estudiantes y sus familiares están muy expuestos, que por momentos se percibe que la asesoría que están recibiendo no es la correcta, algunos de los puntos que intentan desconocer se han aclarado y los otros que quedan pendientes solo se pueden resolver con una estrategia más seria y viable, otra equivocación ha sido no desmarcarse rotundamente de los vándalos y políticos que se cuelgan de su protesta, como los anarquistas, maestros de la CNTE y pseudo estudiantes que se dedican a asaltar camiones repartidoras de productos de empresas, a bloquear carreteras, a cobrarle a los automovilistas en las casetas de las autopistas, a destrozar muebles e inmuebles de las dependencias gubernamentales.
Es innecesario enfatizar que a la mayor parte de la sociedad mexicana no aprueba la forma de manifestarse de varios de estos grupos, que además de participar en la mayoría de las protestas, sea cual sea el objetivo de ellas, regularmente lo hacen con violencia, dañando el mobiliario de las ciudades, las fachadas, rompiendo cristales y pintarrajeando paredes o monumentos, además de agredir a los elementos policiales como acaba de suceder en la marcha pasada.
Por su parte, el Subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación Roberto Campa, comento que la reunión del Presidente Enrique Peña, con los padres de los estudiantes desaparecidos fue respetuosa pero compleja y visualiza “que dejar satisfechos a los padres de familia va a ser muy difícil”.
Nada más cierto que lo anterior, para muestra lo siguiente; En un acto de cinismo la diputada de Morena (Nuevo partido político de Andrés Manuel López Obrador) Araceli Damián González, solicito a través de un punto de acuerdo a los gobiernos de la Federación y del Distrito Federal, que se garantizaran a plenitud el libre ejercicio de los derechos de manifestación y de libre expresión, de los manifestantes.
Los Morenistas y su líder ya no recuerdan que casi todos los dirigentes y activistas de Morena fueron perredistas y petistas, que incluso fueron ellos los que impulsaron y apoyaron a los funcionarios del gobierno de Guerrero y del municipio de iguala, ¿si? … a esos que fomentaron o permitieron sendos actos de corrupción para que sus corporaciones policiales, sobre todo la del municipio de Iguala, trabajara al servicio de algunos grupos de crimen organizado, señalar ahora en la cámara de senadores o de diputados del Congreso de la Unión que fue el Gobierno federal el responsable de ese multi-homicidio es una enorme falta de respeto para la inteligencia y la memoria de los mexicanos.
Cordialmente
El Director General