LOS FALSOS DUEÑOS DE LA VERDAD
Tengo tiempo reflexionando sobre algunos contenidos y la actitud de varios conductores de diversos programas de televisión y radio, que se especializan en difundir noticias en general o a analizar la política, los deportes y los espectáculos, la mayoría adoptan la posición de jueces, de dioses o de dueños absolutos de la verdad.
Me resisto a creer que empresas como televisa tengan programas como el de “Laura”, donde se alimenta el morbo y se difunde con énfasis la ausencia de valores de las familias mexicanas, ese donde Laura se siente Dios y ofende, denigra y hasta amenaza a sus invitados con total impunidad, donde ella decide milagrosa e instantáneamente que persona vive con una conducta buena y cual lo hace con una mala.
Apartado del recalcitrante nacionalista, me pregunto: Cómo es posible que una mujer que no conoce a fondo la idiosincrasia de nuestro país venga y juzgue a nuestros compatriotas como si solo ella tuviera la verdad.
Lamentablemente las otras televisoras y algunas estaciones de radio también tienen programas similares, en los cuales vemos u oímos como juzgan presurosamente y sentencian sin escuchar a los inculpados y peor aún, cuando en esas emisiones se advierten críticas con saña o linchamientos al personaje del momento.
En estos días, ya no hay respeto para la representación que les conferimos a nuestros gobernantes, ni siquiera los presidentes tienen esa consideración, se denigra la figura presidencial, la de secretarios de estado, de gobernadores, presidentes municipales y legisladores sin distinción alguna, no todos los gobernantes son corruptos e ineficientes, sería importante distinguir quien sí y quién no, deberíamos de erradicar este actitud que parece ser el nuevo deporte nacional.
Si bien es cierto que todas las personas tenemos el derecho a opinar sobre cualquier tema, también es cierto que hay reglas de educación, civismo y cortesía hacia nuestros semejantes, los comentarios ofensivos, degradantes o poco informados, no construyen una mejor sociedad solo la vuelven mas caótica de lo que ya es, de ninguna manera pretendemos que la gente no opine, por el contrario es necesario que se expresen, solo que cuando lo hagan que sea con responsabilidad.
Últimamente es más frecuente observar o escuchar a personas que al conducir un noticiero juzgan y sentencian sin dominar los temas de los que están hablando y sin informarse o prepararse previamente para ello, en muchas ocasiones difunden noticias o emiten juicios severos sin recapacitar en el daño que le causan a otras personas, a sus familias o a la sociedad en general.
Es importante no confundir la libertad con el libertinaje o el derecho con investidura de un juez o el de un dictador poseedor de la verdad, estamos de acuerdo que la colectividad requiere de un equilibrio entre gobernantes, críticos y analistas o entre líderes empresariales, religiosos o sociales con los trabajadores, creyentes y ciudadanos.
No obstante debemos recordar que los periodistas son líderes de opinión y que una buena parte de la población los imita, si usted tuviera alguna duda al respecto, solo échele un vistazo a las redes sociales para que lo compruebe.
La prudencia, el profesionalismo, la amabilidad y la cortesía no sobrarían al realizar estas actividades, al contrario tendríamos una mejor calidad de vida al disminuir las agresiones innecesarias y los conflictos que se generan cuando una parte de la sociedad es conceptualizada injustamente.
Bien lo afirmo el ex-presidente de México Benito Juárez, “El respeto al derecho ajeno es la paz” y para esta época vendría bien la frase “El respeto a la imagen e intimidad de los ciudadanos y las figuras públicas, es un buen comienzo para una necesaria armonía en nuestro país”
Cordialmente
El Director General