PILAR PORTOCARRERO
Dentro de una relación es inevitable que surjan problemas que lleve a discusiones y muchas veces a faltas de respeto que perdonamos por amor.
¿Quién no ha olvidado una ofensa? ¿Quién no ha pedido perdón? ¿Quién no aprendió que si no volteas la página empezará una bola de nieve que terminará sepultando el amor?
Siempre escuché decir que la base de una buena relación es la comunicación, pero según mi experiencia no basta decir lo que sientes. Hay algo más importante que es “la decisión de seguir amando” Y eso sucede cuando perdonas, comprendes y decides olvidar. Pero, ¿hasta cuándo?
Hay frases que dicen… “El amor verdadero es paciente, perdona, acepta, ayuda, cree, entiende y nunca se rinde” Se parece mucho a las letras de las canciones que cantaba cuando iba a misa los domingos, palabras en las que creía hasta que vives ciertas situaciones y empiezas a cambiar de manera de pensar. Y no porque no sepas amar o porque amas poco o porque te cansaste de amar. Sino porque empiezas a tocar fondo y te preguntas, ¿esto es el amor?
¿Perdonar aunque se te parta el corazón? Todo tiene un proceso, y mientras no volteas la página el dolor te agrieta el alma, aunque luego decidas sufrir de amnesia.
¿Ser paciente y esperar un milagro? Yo escuchaba a alguien muy cercano repetir todo el tiempo: “Ya cambiará, seguro cuando cumpla 50 años”, y puedo decir que nunca cambió.
¿Ayudar?, cuando amas quieres lo mejor para la persona que está a tu lado, pero qué pasa cuando no quieren que lo ayuden, cuando empiezas a nadar contra corriente pidiendo o suplicando ya sea por una terapia de pareja o algo que ayude a la relación.
¿Puedes seguir creyendo a pesar de las mentiras? Sí, porque forma parte de la decisión de seguir amando, hasta que entiendes que cuando te mienten una, dos o tres veces… te seguirán mintiendo y negando lo que ves.
¿El amor verdadero nunca se rinde?
Creo que el amor no necesita de pruebas sino de actitudes. No necesita de promesas ni de paciencia para seguir amando. El amor no debe ser causa de angustia, ni de lágrimas y mucho menos de resignación.
¿Es una utopía?
No, porque cuando tienes la dicha de encontrar un amor pleno, podrán tener discusiones y no estar de acuerdo en muchas cosas, pero la esencia de ese amor te hará sonreír, confiar, ilusionarte; y caminar de la mano de la persona que amas hacia una misma dirección.
“Soñar es solo el principio”